QUILOMBO EXPONTÁNEO: una aventura musical en el exilio
QUILOMBO EXPONTÁNEO: una aventura musical en el exilio
Lucax Santana
El exilio en sus primeros años fue caótico, un torbellino de emociones y sentimientos encontrados sin lograr resolverse. Por un lado el alivio de al fin tener a salvo la vida, de sentirse seguro en un lugar, y por otro el temor que infundía llegar a un continente lejano, de una cultura diferente y un futuro incierto. Esta tranquilidad aparente de sentirse a salvo no prescribía el deber de luchar por sacar a los miles de presos políticos que aún permanecían en las cárceles y campos de concentración, denunciar ante la opinión pública internacional las atrocidades de la dictadura era una tarea urgente. Una de las formas más eficaces y directas de denuncia fueron los actos culturales organizados por las comunidades de chilenos en exilio, las agrupaciones de solidaridad en los países donde estos habían llegado, como también el apoyo y ayuda solidaria de los sindicatos y estudiantes quienes se movilizaban por todo el país en apoyo a Chile. En esas instancias es que primero participé en grupos como Mayapi, de música tradicional chilena, para luego integrar grupos de música andina principalmente. En uno de esos grupos conocí a Miguel Campusano con quien tuvimos una gran afinidad musical a pesar de venir de dos mundos musicales muy diferentes pero que nos dimos cuenta que sumando esas diferencias de apreciación podía salir algo interesante, crear algo inédito y divertido.
En su origen Quilombo Expontáneo buscaba integrar la música latinoamericana con los nuevos sonidos y músicas que nos rodeaban en nuestro país de acogida. Viviendo en una ciudad tan cosmopolita como es London, donde convergen culturas de todos los rincones de la Tierra, El Reino Unido fue un poderoso imperio hasta mediados del siglo XX, un gran número de sus antiguos súbditos, principalmente sus colaboradores de lejanas ex colonias que luego de que sus países ganaran su independencia se afincaron en el país. Esta situación inédita de cercanía e interacción con otras culturas fue muy enriquecedora para nosotros tan alejados del mundo, un mundo sin internet y en los albores de la globalización. Además de expandir nuestro conocimiento, despertó nuestra curiosidad de conocer al vecino. Vecino que al igual que nosotros algunos venían escapando de tiranías y opresión en sus paises de origen.
El concepto de un grupo con las características de Quilombo Expontáneo tiene su origen en dos eventos que cambiaron mi vida. El primero fue en Viña del cuando era aún estudiante del liceo Guillermo Rivera. Un amigo me invitó a una presentación de un nuevo grupo del cual se hablaba mucho, esta sería el domingo a las 11 de la mañana en el Cine Arte. Lo que vi y experimenté esa vez fue literalmente alucinante. Inédito, deslumbrante. El grupo era los High & Bass. una epifanía, la creación en su estado más puro, improvisación libre de la música, sin pautas, sin esquemas, en esos momentos decidí ser músico. El segundo evento fue otro momento de luz, esta vez en London. Sin tener dinero me colé a escuchar en el Camdem Jazz Festival a un grupo norteamericano de free-jazz, el magnífico Art Ensemble of Chicago. Lo que vi y escuché esa noche reafirmaron la idea de hacer un grupo con características americanas ensambladas con el free jazz y la improvisación.
Cuando comenzamos a tocar con Miguel, el propósito era formar un grupo de música latinoamericana y africana con una inclinación contemporánea, más reflectante del nuevo mundo en que estábamos insertos y que eramos partícipes. Íbamos a hacer temas, canciones, es decir componer. Pero en los ensayos no lográbamos tocar un tema dos veces igual, el tema era la plataforma para la variación y la creación libre. Desde ese entonces, sin saber que en London mismo estaba la cuna, el laboratorio mundial de la free improvisation, lo que estábamos haciendo a nuestra manera, era exactamente eso: improvisando libremente, componiendo instantáneamente. Ese fenómeno musical, de la fusión de la música indoamericana, con el aporte de su rica gama sonora y de sus instrumentos, tanto aerófonos como de percusión, unidos con lo lúdico y experimentación 6de la libre improvisación europea, permitió liberar nuestra imaginación, sentir que era posible usar en otros contextos musicales nuestros instrumentos indoamericanos. Había más de una forma de tocarlos, era valido experimentar con su sonoridad, como con su material. La libertad que esto entrega dio para que no hubiese límite al quehacer creativo, donde sonidos y música diversas se entrelazaran libremente., crearan un nuevo lenguaje.
Miguel había estado viviendo en Chiapas por un largo período, desde allí trajo instrumentos de sonoridades diferentes y sorprendentes. Ocarinas, flautas y percusiones de una región rica en música y tradiciones. Yo había visitado África en 1983, tuve el privilegio de ser invitado a una gira por centros mineros en Zimbabwe con la Solidarity Band, un grupo de música popular bailable, como lo es casi toda la música africana, que recorría el país tocando su música. Experiencia inolvidable en un país recientemente liberado del aparthaied europeo blanco, país que venía saliendo victorioso de una larga y prolongada guerra civil. De allí traje instrumentos, grabaciones y conocimientos de primera mano de la música africana. Estas experiencias sirvieron de base para la formulación de Quilombo Expontáneo, la mezcla de lo africano con lo indoamericano.
Luego del segundo concierto que hicimos como dúo con Miguel, con este proyecto musical, Gus Garside, un amigo músico nos invitó a a dar un par de conciertos en el local del London Musicians Collective, la asociación de improvisadores del Reino Unido. A este concierto, Miguel llevó a un músico que había conocido tocando en un pub. Le pareció que era suficientemente loco como para integrarse a nuestras improvisaciones. Desde entonces Paul Moss forma parte de Quilombo Expontáneo, lo siguió siendo luego que Miguel Campusano regresara a Chile. Paul es uno de los pioneros e innovadores de la improvisación europea, participando activamente en el origen de este movimiento tocando y grabando con los más destacados músicos de ese entonces.
Miguel decide regresar a Chile en 1988. Nos puso en una encrucijada, había que decidir qué hacer en adelante, si seguir o no con el proyecto. Opté por mantener el concepto y la idea de improvisación colectiva invitando a otros músicos latinoamericanos, independiente de la clase o genero musical que tocasen. En los siguientes veinte años de existencia del grupo, formaron parte del proyecto Quilombo Expontáneo un percusionista basilero, violinista andino del Ecuador, una compositora de música electrónica como es la mexicana Alquimia, el bajista chileno Jorge Campos, el percusionista mendocino Facundo Guevara, la artista sonora colombiana Ximena Alarcón, el cellista e inventor argentino Juan Szumowski, por nombrar algunos. Cada nuevo músico que ingresaba al grupo aportaba su mirada particular de hacer música desde una mirada americana. Quilombo Expontáneo siempre fue una plataforma para los músicos latinoamericanos de expresarse lo más libre musicalmente, más allá de sus parámetros habituales de hacer música. Quilombo Expontáneo se convirtió en un punto de encuentro para la creación colectiva.
El nombre Quilombo Expontáneo nace de la idea de los quilombos, comunidades de indígenas en la región del Amazonas que convivían con esclavos africanos escapados de las plantaciones de los colonos portugueses en Brasil a mediado del siglo XVIII. Quilombo Expontáneo nace cuando en Sudamerica reinaban las sangrientas dictaduras militares. A Europa llegaron miles de refugiados y exilados políticos de toda América, expulsados o simplemente escapando del terror reinante en ese entonces. Entre ellos muchos artistas e intelectuales, estos fueron fundamental para el éxito de las campañas de solidaridad con las víctimas de las dictaduras. campañas que siempre estaban acompañadas por actos artísticos y culturales, donde la música tenía un papel preponderante. Quilombo Expontáneo participó activamente de estas actividades… cuando se lo permitían. Sucedió un fenómeno insólito, algunos compañeros y organizadores de tales eventos de solidaridad no consideraban que Quilombo Expontáneo tocara, o representara a la música chilena o latinoamericana en general. No cantábamos canciones protesta, no vestíamos ponchos, o tocábamos charango. Ese sectarismo y ceguera cultural fue un obstáculo para el desarrollo del grupo especialmente porque negaba que una nueva música chilena estaba naciendo. Sin embargo, las organizaciones culturales africanas no tenían ningún prejuicio en invitarnos a sus actividades solidarias, para ellos representábamos una manifestación válida de la cultura indoamericana. Me consolaba pensando que los High & Bass tuvieron también un rechazo en sus inicios, nacido del prejuicio y la intolerancia, pasaron años antes que esos mismos que los rechazaban reconocieran su calidad musical e innovativa, para ese entonces ya eran Los Jaivas.
Aun siendo parte de la escena de libre improvisación británica, nos mantuvimos -como grupo, no así como músicos- en la periferia, prefiriendo buscar nuestras propias instancias y lugares donde mostrar nuestra música. De echo, los últimos tres años de existencia de Quilombo Expontáneo, la mayoría de nuestros conciertos fueron en la iglesia St Cyprian´s en el centro de la ciudad, eventos auto producidos que convocaban a músicos, poetas, performers, artistas sonoros y experimentales latinoamericanos residiendo en London o que estuviesen de paso por el país. Eventos que tuvieron gran resonancia por ser lo más underground en London y que generaban una gran curiosidad e interés por ver y conocer lo que los artistas experimental y vanguardista latinoamericanos estaban produciendo en estos encuentros.
en noviembre de este año, se presentará en Chile por primera vez el Quilombo Expontáneo original como parte de Acéfalo Festival Internacional de Improvisación y Experimentación, que se realiza en Valparaíso cada año. Será una ocasión memorable, después de 28 años nos volveremos a reunir. El ciclo de Quilombo Expontáneo se cerrará con un acto en el Museo de la Memoria en Santiago, el dia 12 de Diciembre, ocasión en que aprovecharé de hacer entrega del tambor que fue el símbolo del Piquete de Londres durante el arresto del dictador Pinochet en Inglaterra. Este acto simbólico cierra un ciclo en la larga y venturosa historia de Quilombo Expontáneo.
La existencia de Quilombo Expontánea es prácticamente desconocida en Chile, menos aún se sabe que formó parte de la cultura del exilio chileno. Generalmente, y con justa razón, se nombra a los grupos musicales más populares como los representantes de la cultura chilena en Europa durante los años de dictadura, pero hubo otros artistas, otros músicos que paralelamente creaban un arte reconocidamente chileno, y sin embargo estaba inserto en el arte de vanguardia europeo. Como es el caso Miguel Flores Elóz, poeta y creador de la publicación Ojo de Aguijón en Paris, o el pintor viñamarino Fernando Lange Walton en Utrecht, Holanda. Creadores de un estilo único que va más allá de lo meramente folklórico o popular, más importante llevan al cuestionamiento, a sorprenderse ante el mundo y la vida.
Cuando pensaba en juntar a un grupo de músicos a tocar libremente, sin métrica, sin tiempos fijos, sin melodías estudiadas de antemano, vislumbraba una sinfonía de la cordillera, del cerro La Campana, una sinfonía del desierto de Atacama y los pueblos andinos. Una sinfonía con ritmo del tren a Santiago y contrapunto de olas golpeando contra las rocas El ritual que se crea en la improvisación colectiva, esa comunión de mentes e imaginación que se lanza al unísono, casi despreocupadamente al vacío, a lo desconocido, sin mapa de ruta. El vértigo del vuelo sin barreras, sin cuantificación, sin juicio de valor a priori; es lo que sucede en el instante, ese instante único e irrepetible. La belleza de lo inmensurable como las constelaciones del universo, eso fue siempre Quilombo Expontáneo.
Quilombo Expontáneo dejó un legado para las nuevas generaciones de improvisadores latinoamericanos en Europa, en especial en el Reino Unido. Hoy, jóvenes músicos se interesan y ven la improvisación como un camino válido, llamativo de investigar y recorrer. Reconocen las posibilidades inesperadas de la creación instantánea. El maravillarse ante el mundo, a no obedecer cánones establecidas, a romper la tiranía de la estética imperante, en la negación de sus valores y fórmulas cuestionadas. Crear una nueva música, un nuevo lenguaje como fueron siempre los objetivos de Quilombo Expontáneo, esos cuestionamientos y esa pasión por la creación siguen aún vigentes después de 28 años.
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