Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

ISSN 0719-4757
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Pintura

Autorretrato recordando

 



Carlos Altamirano, Retratos (detalle, 1996)

 

Retratos: Sobre la (im)posibilidad de configurar una versión pictórica de la memoria en Chile

CAPÍTULO IV

 

 

Ana Karina Lucero
altazor_2004@yahoo.es

 

I. Retratos: Esbozo de una trama

De todo el repertorio simbólico de la historia chilena de estos años, la figura de la memoria ha sido la más fuertemente dramatizada por la tensión irresuelta entre recuerdo y olvido -entre latencia y muerte, revelación y ocultamiento, prueba y denegación, sustracción y restitución- ya que el tema de la violación a los derechos humanos ha puesto en filigrana de toda la narración chilena del cuerpo nacional la imagen de sus restos sin hallar, sin sepultar. La falta de sepultura es la imagen -sin recubrir- del duelo histórico que no termina de asimilar el sentido de la perdida y que mantiene ese sentido en una versión inacabada, transicional”

Nelly Richard, La insubordinación de los signos


La obra de Carlos Altamirano se ajusta a una doble filiación. Su ingreso al circuito artístico parte con los acercamientos y conversaciones que sostiene con dos miembros activos de lo que se denominó otrora como “escena de avanzada”. En este caso, nos referimos al performer Carlos Leppe y a la crítica de arte Nelly Richard, quienes incidieron profundamente en la formación artística de Altamirano.

 

El período más relevante y fructífero para Altamirano- en relación a su incorporación en esta escena- se puede fijar entre los años 1977 a 1981, momento en que Altamirano se distancia de la principal agrupación de artistas de ese momento, denominada como Colectivo de Acciones de Arte. El gesto es rotundo y la decisión es adoptada a raíz de los profundos reparos que tiene en relación a las directrices esbozadas por el grupo y a lo críptico de su lenguaje y procedimientos de representación.

El Colectivo de Acciones de Arte circunscrito al período de fines de los setenta (1979 para ser más precisos) e integrado por Raúl Zurita, Lotty Rosenfeld, Juan Castillo, Fernando Balcells y Diamela Eltit, como principales exponentes; coincidió con una de las fases de redefinición política del modelo autoritario, momento que condicionó la actuación del movimiento cultural opositor.

El régimen, durante los años 1973-1997 se encargó de transmitir una visión sustentada en la negación del pasado, que derivó en una suerte de sustracción de la idea de “memoria colectiva”, detentadora de la fuerza ideológica y simbólica del gobierno de la Unidad Popular.

Un segundo momento, denominado como “fundacional” abarca el período comprendido entre los años 1977 a 1981, y se caracteriza por la conjunción entre la preocupación del “gobierno” por fabricarse una imagen determinada y por otro lado, consolidar su hegemonía mediante un encuadre ideológico y económico.

Es en este segundo período-previo a la debacle de 1982, cuando el régimen entra en crisis debido al fracaso del modelo económico- que el Colectivo de Acciones de Arte se desarrolla como plataforma de expresión cultural, convirtiendo a “lo político” en discurso, práctica y representación e instalando en su quehacer el vocablo “nosotros” que servía de vector cohesionador y de identificación colectiva entre los artistas y los sectores marginados de la sociedad.

Al brotar en 1977 la escena de avanzada, transgrede los formatos de representación de lo que la cultura militante definía como “lo popular”, al apostar por una propuesta neovanguardista que se deseó como una performance política múltiple y se concibió como el producto de una aversión radical, donde se debía explorar en una marca estética que expresara la dimensión del malestar, del resentimiento.

Por otra parte, el CADA buscó trocar la ciudad en una metáfora, en un campo de batalla cultural, mediante la materialización de gestos sucesivos, bajo el imperativo de instalar una nueva circulación cuyos flujos removieran el militarismo que controlaba a aquellos cuerpos ciudadanos sometidos por los aparatos de vigilancia dictatorial.

El trabajo del CADA se abocó a establecer una producción cultural que no cesó de explicitar apasionadamente una abierta disidencia no sólo con la realidad dictatorial, sino además con otras prácticas artísticas (estableciendo diferencias entre la calle como oposición al museo, lo serial frente al objetivo único, la importancia del sujeto popular en contraste al dominio burgués o la pugna sostenida por la recuperación de la inscripción ciudadana, entre otros factores, se constituyeron en los tópicos que marcaron su breve transcurso).

Escáner Cultural nº: 
158
SURREAL

 

 
 
 
Por Enrique de Santiago
 
artedeenrique@yahoo.es
 
 
En prolongadas conversaciones que tuvimos con Ludwig Zeller y Susana Wald, ellos siempre me comentaban de las vicisitudes y de la interesante experiencia que fue montar la exhibición en la Casa Central de la Universidad Católica de Santiago en el año de 1970, titulada “Surrealismo en Chile”.  Eran tiempos de transformaciones y desde los años 1967-1968, en Chile como en el mundo se estaban produciendo acciones de cambio en casi todos los estamentos importantes de la sociedad. Así mismo, estas transformaciones de carácter transversal, ya habían llegado a las aulas y casas universitarias- y la Universidad Católica de Santiago no estaba exenta de estas nuevas influencias con aires de renovación. Estamos hablando de 1967, y después de una intensa presión ejercida por los estudiantes de la Feuc, y tras la toma del edificio central, la rectoría pasaba a manos del primer Rector laico desde su fundación en 1888. Esta universidad siempre había sido manejada por rectores eclesíasticos (más aún que esta casa de estudios, desde 1930 tenía la calidad de "Pontificia" decretada por Pío XI). Así fue que quedó al mando de la universidad, Fernando Castillo Velasco, de militancia democrata-cristiana quien asume la rectoría en ese convulsionado año, manteniéndose en ese cargo hasta el golpe de estado de 1973. Fue  durante el año 1970, que surge la idea de realizar la muestra y Susana me hacía mención que un grupo de alumnos de Rodolfo Opazo - que por entonces era profesor en la universidad-  fueron a conversar con el rector, para mencionarles que uno de los requisitos para que ellos montaran el evento, era tener plena libertad para funcionar. Castillo Velasco accedió a esta petición y firmó una carta dando plenas garantías de libertad a Ludwig Zeller para que realizaran la intervención de los espacios de la sede central. Es así que los cambios que se venían generando desde 1967  permitirían en gran parte que la Exposición de Surrealismo en Chile, fuese realizable en una universidad ligada a la Iglesia Católica. Lo que parecía impensable, se lograba concretar, siendo además un gran suceso y un hito que vale la pena rememorar. 
 
 
Pero retrocedamos unos años atrás, Zeller y Wald (quienes se conocen y se enamoran perdidamente el uno del otro en 1963) venían ya experimentando nuevas formas para expandir el espíritu, una de ellas era el Surrealismo. A Zeller le había tocado participar en la Exposición convocada y organizada por el “mandragórico” Braulio Arenas en 1965 en el Instituto Chileno-Norteamericano de Cultura (ese mismo año y en ese lugar Zeller realizaba su primera exhibición individual). Esa instancia había servido para estrechar lazos y generar proyectos en conjunto con otros artistas, literatos y exploradores surrealistas, que darían forma a las primeras actividades que vendrían a futuro, en términos de proyectos expositivos, centros de encuentro cultural o editoriales.
 
Al año siguiente en el mismo Instituto Chileno-Norteamericano de Cultura (y siendo Zeller curador de ese espacio) se encuentran Zeller y Wald con Braulio Arenas, donde todos confluían para realizar un encuentro homenaje a André Breton quien fallecía ese año de 1966. En ese evento se dan ciertos desencuentros con Arenas, que molestaron al ex integrante de “Mandrágora”. En esa ocasión es interesante llamar la atención que mientras Arenas, tomaba la palabra de modo solemne y funerario, Susana y Ludwig, celebraban el Surrealismo que renacía en aquellos que quedaban vivos. Una suerte de huevo filosófico  descrito en los misterios órficos, que a su vez se renovaba en Zeller y Wald, quienes ya antes habían comenzado a realizar actividades desde su propio núcleo creativo, trabajando el Surrealismo de forma paralela y generando nuevas experiencias. Para esa fecha, Arenas  había domado o perdido su actitud  insumisa de sus inicios. Zeller y Wald desde antes del encuentro con el "mandragórico" ya venían explorando lo surreal en una suerte de "toma de posta" o relevo surrealista. Actividad que  continúan conforme pasan los años, en una vertiginosa propuesta de proyectos desde lo expositivo, lo editorial o de la gestión de ideas como lo fue “Casa de la Luna”, que además le vinculaban con un circulo amplio de la cultura nacional, pues para ellos no había círculos cerrados o manifestaciones excluyentes, y así de esa manera se relacionaban con todos aquellos que demostrasen tener una fuerte dosis a favor de las nuevas exploraciones artísticas, humanas o culturales. Cabe eso sí, destacar que siempre sus acciones fueron en la medida apropiada para seguir planteando un Surrealismo activo, rebelde y provocativo. Con lo qué, se aseguraban nuevos aires que vinieran a regar esta geografía con un rico material surreal y poético. Por lo tanto la renovación surrealista estaba asegurada gracias a ellos.
 
Dentro de este contexto forman “el café cultural llamado “Casa de la Luna”, nombre ideado para darle una connotación desde lo femenino y renovador, coincidiendo en lo esencial con las palabras de Breton en torno al mito de Melusina, que es planteada  en el libro “Arcano 17”. Tan solo algunos meses duró la aventura de esta Casa Cultural  desde abril a noviembre de1968, pero fueron suficientes para marcar a toda una generación que acudió a ese espacio a crear, compartir o lisa y llanamente a conocer o contemplar. 
Gracias a los conocimientos adquiridos en este tipo de gestiones y los vínculos forjados en esta anterior experiencia, es que posteriormente los invitan a ser parte de "Surrealismo en Chile" y deciden aceptar la invitación de Opazo con sus alumnos, para luego tomar la iniciativa de convocar y sumar a una serie de artistas afines, que seguían y continuaban los postulados del Surrealismo en Chile. Así tomaba cuerpo el proyecto de realizar la exposición en la Universidad Católica de Santiago.
Ludwig, cuenta (como citaba anteriormente) que uno de los aspectos importantes dentro de sus peticiones para usar el espacio y donde colocaron mucho énfasis, fue en el tema de contar con plena libertad para obrar y expresarse. El petitorio incluía el no estar sujeto a ningún tipo de censura, lo cual fue aceptado plenamente por la autoridad rectora y así entonces sintiéndose conformes, se suman  para desarrollar este montaje en total libertad expresiva.
 
 
Escáner Cultural nº: 
158
Autorretrato recordando

 

 

Retratos: Sobre la (im)posibilidad de configurar una versión pictórica de la memoria en Chile
CAPÍTULO III

Ana Karina Lucero
altazor_2004@yahoo.es

La narrativa pictórica de Carlos Altamirano


Resulta relevante determinar que lo anteriormente descrito, corresponde al contexto en el que se enmarca el objeto de estudio que analizaremos, en este caso, nos referimos a la obra “Retratos” del artista plástico chileno Carlos Altamirano, exhibida entre noviembre y diciembre de 1996 en el Museo Nacional de Bellas Artes.

Escáner Cultural nº: 
156
Evolución de la Belleza

 

José Luis y Gaby. Lápiz y acuarela sobre papel. Ilustración de Patricia Inda. Foto: Patricia Inda.

 

El misterio de la Ilustración.



Espacio Hall de Las Condes abre su temporada 2013 con muestra de Omar Gatica
 

El destacado artista nacional presenta Recurso Interior, una selección de sus obras más destacadas de las últimas décadas.


Este próximo 13 de marzo reabre sus puertas el Espacio Hall de la Municipalidad de Las Condes con la exposición Recurso Interior del reconocido artista nacional Omar Gatica. La muestra, que cuenta con la colaboración de Galería LatamArt, incluye obras seleccionadas de las décadas de los 80`s, 90`s y 2000, además de trabajos realizados para la exposición “Yo Pintor”, con la cual obtuvo el Premio Altazor el año 2009.


Este 2013, el Espacio Hall continuará con su objetivo de impulsar las artes visuales contemporáneas a través de trabajos nacionales en un espacio abierto y de fácil acceso, beneficiando el intercambio cultural entre las personas y los propios artistas.


Sobre Omar Gatica

Omar Gatica Rivera nació en San Bernardo, Chile, el año 1956. En 1976 ingresa a la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Chile, donde fue alumno de Reinaldo Villaseñor, Rodolfo Opazo, Gonzalo Díaz, Jaime León y Adolfo Couve, entre otros.


En sus inicios enarboló una posición rebelde a través del gesto pictórico (desafiante y desgarrador) interpretando con su pintura la injusticia, la desesperanza y la falta de humanidad de los poderes. Su pintura se hizo casi autodestructiva, deambulante entre la figuración y la abstracción, introduciendo símbolos y la figura humana padeciente a través del color tímbrico, puro y salvaje.


El año 1987 inaugura su primera exposición individual en la Galería Arte Actual, titulada “La Inescrupulosa Vida que nos Susurra en la Oscuridad”, originándose un gran aullido de angustia y desesperación como respuesta agresiva frente a la situación social de esos años en Chile, durante los cuales desarrollaba su vida y trabajo desde la marginalidad.


En el año 1991 inaugura la exposición “Omar Gatica” en galería Praxis, publicándose su primer libro con las obras correspondientes a 10 años de trayectoria. Aquella exposición marca un cambio en su temática visual, inclinándose hacia el abstraccionismo, coincidiendo este cambio con los que el país experimenta a nivel político y social.


Desde el año 2000 realiza labor docente, como profesor de pintura, desde 2002 en la escuela de Arte de la Universidad Finis Terrae. El año 2010 recibe el Premio Altazor por su exposición titulada “Yo Pintor” en el Museo Nacional de Bellas Artes.


Recurso Interior se presentará desde el miércoles 13 de marzo al sábado 27 de abril en Av. Apoquindo 3400, metro El Golf, de lunes a viernes de 9:00 a 18:00 hrs. y sábados de 10:00 a 14:00 hrs. La entrada es liberada

Invitado

INMERSIÓN. PALABRAS DE KLAUDIA KEMPER.

 

INMERSIÓN, es el resultado de un proceso de aproximadamente dos años de trabajo aunque en verdad, el proceso empezó antes.

Hace mucho tiempo, que yo tenía un deseo de recopilar y aunar años de trabajo. Una necesidad de reunir y ordenar material, como cuando se deja un lugar, se cierra una etapa, para partir a nuevos rumbos.

Lo que empezó como un ordenamiento de obras, se fue transformando en una revisión a mi biografía: Las experiencias vividas, los afectos que me han rodeado, los lugares que he habitado.

Y en ese proceso, me voy dando cuenta que mis obras no son otra cosa que un reflejo de mi vida.

 

  

Arte y vida no pueden separarse.

Porque el arte no es un trabajo, ni un oficio, ni una moda.

Se ejerce 24 horas por día,

proporciona enormes satisfacciones pero ninguna seguridad.

Escáner Cultural nº: 
155
Invitado

JAULA KIZU REGNEGUN* Colectivo Inchiu: Kamila Kollipal e Isaac Brand

 

“El cuerpo es un territorio moral donde ensayan su eficacia o fracaso los sistemas de poder” Diamela Eltit.


El colectivo INCHIU, nos presentan estas 9 obras de gran formato en el espacio café arte ESCAPARATE, En Temuko, Lagos 314. hasta el 20 de enero se puede visitar en horario continuado hasta las 21:oo hrs.

 

 

 

Aproximación por Flekcha Christensen 


Recuperación del conocimiento, la conciencia y el rito.

Las obras aquí expuestas nos abducen a nuestra propia percepción y realidad, en tiempos en que se adoran majaderos conceptos y la codificación del arte por el arte se ahoga en herméticas concepciones estéticas, funcionales para los circuitos privados de arte e instituciones (privadas de arte también), Kamila Kollipal e Issak Brand nos introducen con su intuición en un mundo espiritual y mágico donde ellos son solo los faros de guía, evidenciándonos que los que reman en su trayecto decidiendo donde y por donde ir somos cada uno de nosotros.

Escáner Cultural nº: 
155
Guía de Descarriados


 

UNA VISITA AL MUSEO H.R. GIGER


Por Marcelo Olivares Keyer


I CENCERROS


Después de bordear el lago Léman y, cerca de Lausanne, virar hacia el interior, el paisaje da su primer giro. Atrás quedan el terso brillo del lago, los embarcaderos repletos de albos veleros, y esa atmósfera calurosa y hedonista de plácido verano europeo. Comenzamos a subir y nos adentramos en la clásica postal alpina. Lomas de impecable verde, sólidas y austeras casonas de dos o tres pisos y gruesos muros, fragmentos de bosques, y allá a lo lejos a nuestras espaldas el rincón en el que el río Rhone rellena el lago eternamente. Nos dirigimos hacia La Gruyére (en algunos letreros dice Gruyéres) en busca de un castillo.


Pocos kilómetros más arriba, llegamos a una explanada junto a un galpón -estilo mall- en donde el límpido aire lacustre ha sido súbitamente desplazado por un intenso aroma a queso. De hecho el galpón es una tienda especializada en quesos, y largas filas de turistas esperan turno para elegir entre un centenar de variedades, aunque la verdad es que con el olor circundante basta para quedar mareado.


Desde el amplio estacionamiento nace un sendero progresivamente empinado, guarnecido por un muro de piedra, que conduce hasta la afamada fortaleza. En sus flancos, el silencio ambiente es quebrado por un ruido metálico de campanitas que vienen desde el otro lado del muro. Son los tradicionales cencerros de los animales de la factoría. Ese sonido milenario se graba con mayor claridad que la imagen de sus portadores. ¿Vacas, ovejas, cabras? Poco importa, sólo se nos graba el sonido de los cencerros en el prístino paisaje.


Tras pocos minutos de caminata aparece el castillo St. Germain de Gruyéres (no dispongo de acentos hacia el otro lado, disculpadme los francófilos), y tras este, el encantador panorama de los Alpes, paisaje “de cuento”, como decimos los americanos, impregnados desde pequeños con este clásico escenario.

Escáner Cultural nº: 
155

EXPOSICIÓN del  artista ALEJANDRO ARREPOL en Galeria Montecatini

 

Galeria Montecatini.cl empieza su año 2013 con una excelente exposicion individual de pintura y objetos de arte del artista chileno ALEJANDRO ARREPOL.

Sus obras son acrilicos sobre tela en distintos formatos y cajas de madera pintadas a mano, unicas!!

La muestra estara abierta enero y febrero 2013 en www.montecatini.cl

Y para verlas personalmente se agradece contactar a CG Matthei al cel 98954135.

Arrepol trabaja dsitintos mitos y leyendas de Chile en estas excelentes obras.


Carmen Gloria Matthei

Directora

www.montecatini.cl

Santiago - Chile

Mobile 9895.41.35

EXPOSICIÓN COLECTIVA "TODAS QUERÍAMOS SER PRINCESAS"



Este sábado 29 de diciembre inauguramos una excelente muestra de Pintura y Objetos de Arte en la galeria del Club Ecuestre Calá - Vicuña ,
Cachagua.

Título exposición:
TODAS QUERÍAMOS SER PRINCESAS

Lugar:
Club Ecuestre Calá - Vicuña ,
Cachagua

Inauguración:
sábado 29 diciembre 2012 a las 20.00 hrs.

Hasta el 13 enero 2013.

Artistas invitados:
Tere Ortúzar, Alejandro Arrepol y Fernando Toledo ( artista cubano residente en Chile).


 

INMERSIÓN

 

Exposición Individual Klaudia Kemper

MNBA

 

Inauguración: 15 de enero 2013, 19:30 horas

Período exhibición: 16 de enero al 24 de marzo

 

·         Pensando el espacio museal como un cuerpo, la artista inaugura la muestra Inmersión, donde despliega un trabajo vasto y versátil, concebido y desarrollado entre 1990 y 2012, cuyos múltiples formatos dan cuenta de los diversos tránsitos de la artista a lo largo de su carrera.

 

En cinco salas del ala sur del MNBA la artista chilena Klaudia Kemper (Río de Janeiro, Brasil, 1966)despliega una de las muestras más vastas e importantes de su carrera, exhibiendo un trabajo que es el resultado de más de 20 años de experiencia. La muestra Inmersión narra la vida artística de Kemper plagada de versatilidad, sin miedo a la experimentación ni al cambio. Metafóricamente, el resultado es una Inmersión autobiográfica, con una fuerte impronta retrospectiva, que muestra su particular mirada sobre la vida y sus procesos: “Hablo desde el yo porque no sé hacerlo desde otro punto de vista, no tengo la creatividad de un escritor o guionista de ficción, que puede inventar personajes. Es a partir de mis experiencias que se va construyendo esta trama que finalmente cobra cuerpo a través de una serie de pinturas, una video instalación o un objeto”, declara.

Inmersión constituye un viaje a través de un cuerpo, un organismo viviente que se va develando y relatando a través de innumerables piezas que envuelven y sorprenden. El recorrido empieza por la sala 1 del museo donde está lo que corresponde al tórax y representa las funciones vitales, albergando obras de fotografía, impresiones y videos. Las salas 2 y 4 emulan la cabeza, boca y ojos, con video instalaciones. La sala 3 es el símbolo de las piernas y muestra una instalación de video-viaje. El recorrido termina en la sala 5, una metáfora de las manos, la manualidad, en la cual se la cual se exhiben pinturas.

RETRATOS: SOBRE LA (IM)POSIBILIDAD DE CONFIGURAR UNA VERSIÓN PICTÓRICA DE LA MEMORIA EN CHILE
Capítulo I


Ana Karina Lucero
altazor_2004@yahoo.es

 

Transición: Pactos, consensos y memorias

 

El marco/pacto democrático que se instala en Chile con posterioridad a la dictadura militar, al plebiscito de 1988 y al triunfo del “No” en el año 89, no constituye el mismo modelo de democracia previo al golpe acaecido en 19731.

 

El pueblo- si es que el vocablo puede invocarse bajo este nuevo esquema-; a partir de los años noventa, está sujeto a numerosos enclaves autoritarios que se sobreponen al orden político-institucional vigente, los cuales abarcan desde entidades de índole militar que no se someten completamente a los lineamientos establecidos por el gobierno civil, la legitimación de senadores designados (práctica que hace algunos años fue abolida, pero que ha sido retomada de manera perniciosa por los últimos gobiernos); un sistema electoral fallido que sobrerrepresenta a las minorías tensionando la soberanía, hasta la puesta en marcha de políticas económicas inconsultas- que muchas veces afectan o perjudican a sus aparentes beneficiarios-.

 

En el caso de Chile, la consolidación de la democracia de los pactos o de los consensos, responde a un arquetipo tomado por Arend Lijphart2, quien defiende una propuesta de democracia consensual o consociativa que incluye en su constitución, la promoción de un sistema semipresidencial o parlamentario de gobierno que se sostenga en grandes coaliciones y que a su vez, pueda contar con ciertas herramientas, como por ejemplo, la posibilidad de vetar a las minorías (impidiendo con este gesto, que se configuren alianzas o acuerdos que integren nuevas vertientes).

 

Uno de los actores que cobró mucha relevancia dentro de la elaboración de esta colosal arquitectura teórico-práctica denominada “transición”, fue Edgardo Boeninger3. Boeninger retoma el planteamiento de Lijphart y lo adecúa a esta nueva etapa país. De allí entonces, que sostenga que la concertación constituye: “una tendencia de la democracia contemporánea (…) un estilo de relaciones políticas y sociales, en que la negociación y la búsqueda de acuerdos, predominan sobre la confrontación4.

 

Asimismo, en el plano económico y social afirma que el paradigma concertacionista, está basado en acuerdos que son resueltos mediante criterios de unanimidad emanados de los estamentos participantes en dichas discusiones. Dicha estrategia, cobra mayor relevancia cuando es aplicada u orientada hacia el sector empresarial, ya que lo defiende de decisiones políticas que apelen al beneficio de las mayorías, y que por esta misma razón, los afecte negativamente en su condición de facción poderosa e influyente.


Lemon Pie

Stop! just 3 minutes walking

Stop! Just 3 minutes walking.

 

 

Stop! just 3 minutes walking

 

Escáner Cultural nº: 
154
Invitado


MALEABILIDAD DE LOS LÍMITES

Javier Aguirre Ortiz


La impresión que me ha producido conocer en persona y obra a Felipe Flekcha Christensen Arteaga es la de alguien que se enfrentó con éxito a los límites, que en su arte, en su mente y en su vida los hizo maleables, supo enfrentarse a ellos como superman al acero, o tal vez deberíamos decir inframan, porque la superación de los límites está más acá, no más allá, y acaso sólo el encogimiento, un recogimiento de duende, puede sustentar un mundo nuevo intocado por la gran apisonadora que está siempre al acecho.

Este santiaguino, a contracorriente, ha encontrado en Temuko el centro del mundo. La razón de que Flekcha Christensen haya elegido el Wallmapu como su lugar de residencia permanente, creemos adivinar, tiene que ver con los márgenes, con la aún posible idea de la frontera, del territorio al límite, y vamos dándonos cuenta de que la palabra límite tiene para este autor una importancia fundamental. No es cualquier cosa tener alas. Este hombre enciende de alas una bicicleta para convertirla en un grifo libertador, para decirnos que todos podemos incendiarnos y escapar del laberinto, pero su propuesta no es papel mojado, él la encarna y la defiende pluma por pluma.

Escáner Cultural nº: 
154

RETRATOS: SOBRE LA (IM)POSIBILIDAD DE CONFIGURAR UNA VERSIÓN PICTÓRICA DE LA MEMORIA EN CHILE
I parte


Ana Karina Lucero
altazor_2004@yahoo.es


I. INTRODUCCIÓN


“Para nosotros el significado de este acto conmemorativo es recordar. Repito, buscamos sofocar el olvido. ¿Cuál es el sentido de este énfasis, del interés en subrayar algo en apariencia tan evidente? La razón es que me ronda una sospecha. Algunos considerarán que esta manía de andar viendo siempre debajo del agua, aunque esta parezca cristalina, pertenece al registro paranoico.

Pero acaso ¿no perciben ustedes en el ambiente un deseo demasiado intenso de reconciliación, de dar vuelta la página, de producir un cierre de heridas, aunque ellas todavía estén abiertas, aunque cientos de cuerpos vaguen como fantasmas por los territorios de Chile? Pienso que muchos, algunos movidos por mecanismos inconscientes, otros por estrategias, quisieran que en este año conmemorativo de los treinta años recordemos hasta saturarnos, pero para después poder olvidar, con la tranquila conciencia de una misión cumplida”

Tomás Moulian, Revisar el pasado, criticar el presente, imaginar el futuro

 

El presente trabajo se inscribe en un contexto de transición política, entendiendo este proceso como una situación que entraña un tránsito, una condición de mutabilidad entre un régimen de carácter autoritario hacia un modelo y/o esquema de corte democrático. Dicho esquema puede ser sometido a revisión e incluso ser apreciado desde una óptica oblicua que exhiba sus acuerdos tácitos, como también puede ser analizado desde sus fisuras más explícitas y significativas.

Si bien el hecho que instalemos una aseveración de este tipo- como una forma de definir preliminarmente un período-, supone hacernos cargo de una serie de sucesos acaecidos durante por lo menos, los últimos veinte años; para los fines de este proyecto sólo abordaremos esta consecución de acontecimientos de modo parcial.