EL ETERNO SECUESTRO DE LA MUJER DE NOVALIS
EL ETERNO SECUESTRO DE LA MUJER DE NOVALIS
Por: Alvaro Oliva
El prematuro fallecimiento de la adolescente Sophie se convirtió en una de las principales temáticas del poeta alemán, Friedrich Leopold von Handerberg.
Bajo esa alameda de finales del siglo XVIII, que entregaba sus últimos años ante la próxima sombra del romanticismo del XIX, un sujeto cabizbajo y enmudecido caminaba, con sus ojos fijos, en la imagen inexistente de las comisuras de los labios cereza, de su difunta amada. Nada lograba distraerlo de la visión casi sacra de su lozana dama, la imaginación y lentitud de una época carente de la neurosis informativa, trabajaba como cómplice para mantener la inalterable evocación por Sophie von Kuhn.
Aquellos corredores de continuos follajes entibiaban el recuerdo ante el reciente tropiezo hacia la muerte. Sin embargo, el desafortunado hombre, más conocido como Novalis (Friedrich Leopold von Handerberg), desenterró de esta experiencia un yacimiento de recursos literarios, a través de los cuales, pudo canalizar la diversidad de ideas y sensaciones que lo estaban acosando.
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