MONTSE MORILLO O LAS POSIBILIDADES DE LA SENSUALIDAD
MONTSE MORILLO O LAS POSIBILIDADES DE LA SENSUALIDAD
Texto: Carlos Yusti
El erotismo y la sensualidad en la vida y el arte no son posturas estéticas programadas y son más bien producto de un enfoque particular de la belleza. El trabajo pictórico de Montse Morillo posee una carga innegable de sensualidad y erotismo muy bien dosificados. El cuerpo fragmentado de la mujer en su pintura también le dice al espectador sobre sus puntos de vista de lo femenino, de ese eterno femenino que es un todo ensamblado de partes.
Montse no pinta una realidad lineal y mucho menos continua. La realidad a fogonazos. La belleza desarticulada y la sensualidad desmembrada para ofrecer un discurso plástico que recurre a trucos de la estética fotográfica. Así pinta un plano cercano de un rostro, de un cuerpo que parece que se está pintando todavía en el lienzo. Sus rostros parecen mirarnos de reojo, parecen escrutar al espectador. Estos rostros y estos cuerpos fraccionados tienen un toque perverso, tienen un halo de nocturnidad a pesar de luz limpia y los colores claros.
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