EL JARDIN SECRETO DE CECILIA AGUAYO

Por Alvaro Oliva

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Para muchos el nombre de Cecilia Aguayo puede resultar desconocido, sin embargo si afirmamos que fue la tecladista de “Los Prisioneros” e integrante del grupo “Jardín Secreto” la situación cambia de inmediato. El aporte de esta artista puede resultar secundario para algunos seguidores del grupo chileno que marcó los 80, no obstante, es inspirador escribir sobre ella, ya que aportó a la cultura nacional su talento, de una manera delicada y sin ruidos.

Aguayo materializó su inquietud por las artes, en los 80, década en la cual estudió danza por 10 años y participó en grupos de bailes independientes, en medio del ambiente underground de la época. Esta delgada mujer reflejaba a ciertos jóvenes, interesados en formas de expresión menos convencionales.

A fines de los 80 y comienzos de los 90, era posible ver a muchas santiaguinas vestidas como ella, de un negro riguroso y extremado pelo corto. Plaza Italia y ciertos sectores de Providencia eran el lugar de encuentro de una generación que vivía la recién llegada democracia y las fiestas Spandex.

Sus contactos con el productor artístico Vicente Ruiz la llevaron a ser parte del grupo de perfomance “Las Cleopatras”. En esta agrupación de música y expresión escénica también participó la actriz Patricia Rivadeneira, la bailarina Tahía Gómez y la diseñadora Jacqueline Fresard (esta última, primera esposa de Jorge González).

Fue así que a través de estas formas de manifestación artística Cecilia  intervino como tecladista y más tarde, bajo las habilidades de la danza y el teclado se integró a “Los Prisioneros”.

Durante las presentaciones de la banda su cuerpo se turnaba entre los teclados y el baile. No podía dejar de hacer ambas cosas, motivo por el cual llamaba la atención de un público que no entendía sus movimientos.

Posteriormente, tras un año de la primera disolución de “Los Prisioneros”, Aguayo y Miguel Tapia formaron el grupo tecno-pop “Jardín Secreto”, que existió desde el año 1993 hasta el 1998.

Así, comenzaron a sonar con mucha timidez sin llegar a ser masivos, en las radios. La agrupación estaba conformada por: Miguel Tapia, secuencias y voz (1993 - 1998); Cecilia Aguayo, secuencias y voz (1993 - 1998); Fernando Fuentes, batería (1993 - 1994); Alejandro Vásquez, saxo (1993 - 1994); Robert Rodríguez (1993 - 1998) y Antonio Monasterio (1997 - 1998).

El disco “Jardín Secreto” apareció en 1993, y lanzó a las radios el single "Un lugar".A pesar de las excelentes canciones, y como mencionamos anteriormente, no hubo una aceptación masiva y además el grupo era relacionado constantemente con “Los Prisioneros”.

El video “Un Lugar” fue difundido en algunos canales nacionales; recordemos que Internet era incipiente y el cable era el privilegio de unos pocos. La producción audiovisual mostraba al grupo en diversas partes de Santiago y una discoteque desconocida.

Más tarde, en el año 1997, lanzaron el trabajo “El Sonido de Existir” en el que participó Jorge González y Dandy Jack. Esta creación incluye una versión para "El Albertío", el famoso tema de Violeta Parra donde mezclaron la electrónica y el folclor

Posteriormente, Cecilia Aguayo tuvo su primer hijo y ahora ejerce su carrera de medicina, mientras que Tapia y González se reunieron en el proyecto “Los Dioses”.Así fue como “Jardín Secreto” despareció de la escena musical dejándonos dos discos de exquisita originalidad acompañado de la imagen de una delicada artista, cuyo espíritu  no ha tenido clones, en nuestra actual década.