Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

ISSN 0719-4757
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Tirar del Hilo

Sala espejos del infinito- Llena del brillo de la vida.

Fotografía realizada por Cristina Pino.


UNA LECTURA A LA OBSESIÓN INFINITA DE YAYOI KUSAMA
 

Por Marla Freire-Smith
 

A principios de marzo, el Centro de las Artes 660 inauguró la exposición de esta gran artista japonesa, titulada: Yayoi Kusama: Obsesión infinita. La muestra, cuya lógica estuvo a cargo de la curadora del Tate Modern de Londres, Francis Morris y del curador independiente, Phillip Larrat-Smith, corresponde a la primera retrospectiva de Kusama (Matsumoto, 1929) en Chile, luego de haberse presentado en otros países de Latinoamérica como Brasil, Argentina y México.

En la exposición, pueden verse obras realizadas entre 1950 y 2013. Las más antiguas, correspondientes a década del cincuenta, están ubicadas en la sala de entrada titulada Primeras pinturas y trabajos sobre papel, y está centrada en pinturas de pequeño formato junto a diversos trabajos realizados sobre papel con características abstractas. La sala siguiente, compuesta por diversas obras también en papel, se titula Redes Finitas y comparte espacio con algunos objetos agrupados bajo el concepto de Acumulaciones, que serán los protagonistas de esta lectura a la obra de Kusama. El recorrido continúa con Sala de espejos del infinito-Campo de falos (o entretenimiento) que corresponde a una instalación de falos fabricados en tela dispuestos en el suelo con muros de espejos que asemejan túneles virtuales, seguida de otras salas como Caminata, Materiales de archivo, Auto-erradicación de Kusama, Estoy aquí pero nada, Pinturas recientes, Sala espejos del infinito- Llena del brillo de la vida, que ha causado gran expectación entre los visitantes debido a que involucra al/la espectador/a en un espacio de gran belleza y carácter lúdico. La visita continúa con Video Kusama, y finalmente, Sala de Erradicación, donde nuevamente involucra a los/as espectadores a través de la acción.

A la hora de recorrer su trabajo, es importante tener en cuenta que Kusama es ante todo una artista multifacética: escritora, escultora, pintora, performer, creadora de instalaciones y directora de filmes contestatarios, donde  tocó temas como la Guerra de Vietnam o bodas homosexuales (Kusama International Film Production Company). En este punto, también es importante considerar que su fama como artista creció en un especial momento de revolución, pero en el que eran muy pocas las artistas mujeres que alcanzaban la fama—y el reconocimiento por parte de su pares— en su quehacer.

Sala de espejos del infinito-Campo de falos (o entretenimiento).

Fotografía: Davixo Berimbá.

 

Pero para entender su obra, resulta necesario también conocer su particular historia y contexto. Kusama vivió su infancia marcada por alucinaciones visuales, lo cual sería el origen de los patrones circulares que caracterizan su obra hasta el día de hoy. Y aunque podría definirse como una artista autodidacta, lo cierto es que estudió en la Escuela de Artes y Artesanías de Kioto, en 1948 y en la cual estuvo unos meses.  Algún tiempo después, entabló amistad mediante cartas, con Georgia O´Keeffe y al cabo de un par de años, concretamente en 1957, partió a Seattle y luego a New York, donde vivió hasta 1973. Durante esos años, entabló amistad también con Eva Hesse, Andy Warhol, Claes Oldenburg y Joseph Cornell, entre otros/as artistas, que influyeron en su carrera y propuestas visuales, tanto como ella lo hizo en el trabajo de ellos. En aquella época, Kusama deja la pintura y comienza a crear esculturas blandas, conocidas como Acumulations, centrando su atención en objetos cotidianos como bolsos, zapatos o escaleras de mano, la mayoría de la veces cubiertas o rellenas de telas que asemejan falos, según ella misma describe en diversas entrevistas. Dentro de estas experimentaciones, el conjunto conocido como Sex Obsession o aquellos objetos rellenos con pasta seca, Food Obsession, dejan entrever la influencia que recibió tanto del minimalismo como del pop art, aunque al mismo tiempo evidencian su fijación ante la repetición serializada. De esta época, son también sus controvertidas piezas de performances, siempre ligadas a lo sexual, y en ocasiones, con gran cobertura periodística, lo que sin duda ayudó a hacerla conocida. Eran los años y el momento del happening en Estados Unidos. Y Kusama se hacía notar. Politizaba desde su cuerpo las demandas sociales: desde poner fin a la guerra de Vietnam hasta oficiar el primer matrimonio homosexual.

En 1973, ya de vuelta en Japón, se dedicó a la literatura. A mediados de esta década se interna voluntariamente en una clínica por algunos problemas psiquiátricos, y paradójicamente, vuelve a pintar. En las décadas de los ochenta y noventa, construye sus característicos ´falos blandos´, fabricados en tela con los que cubre el suelo y envuelve algunos objetos. En 1993 representa a Japón en la Bienal de Venecia y hasta 1996, su fama crece cada vez más. Sólo en ese último año expuso en más de una veintena de exposiciones: desde la Bienal de Sao Paulo o Taipei, hasta la Bienal de Sydney.

 

Acumulaciones

La obra expuesta, Acumulaciones, consta de una tarima blanca sobre la que se han dispuesto algunos objetos: diez zapatos de tacón pintados de blanco rellenos en su interior de formas fálicas, tres zapatos de varón pintados de gris con el mismo elemento en su interior, algunas bandejas de cocina que contienen distintas versiones del mismo objeto y unificados bajo un gris plateado, un par de paletas de cocina pintadas también del mismo color, una caja cerrada y al fondo, un vestido corto colgado del muro.
 

Acumulaciones, detalle. Fotografías: Davixo Berimbá.

 

Kusama es una de las primeras artistas en crear esculturas blandas, haciéndolo ya en 1962. La obra presentada está compuesta por falos blandos y formas diversas creadas en tela y cocidas con hilo. A partir de esta descripción, se podría decir que se trata de una obra realizada como si se tratase de una costura cualquiera, pero en este caso, es una obra que además cuestiona el poder fálico  través de una actividad asociada a las labores femeninas. Aquí resulta necesario volver sobre su biografía y algunos detalles que ella misma relata: Kusama creció en una casa marcadamente patriarcal y autoritaria. Ello le habría detonado un rechazo hacia lo patriarcal, hacia las relaciones de pareja y al sexo, al que constantemente ha hecho referencia en su trabajo.

En esta obra, deja en claro cómo es invadida por esta sensación de hiper-sexualidad y de marcados roles de género que llevan los objetos que expone: ya sea por los zapatos de varones que tienen en su interior estas formas fálicas y que están relegados a un costado de la tarima o dentro de los diez tacones de mujeres de distintos tamaños que, pintados de un blanco uniforme y llenos de las mismas formas, son protagonistas de la escena, aún cuando son del mismo color que la base que los sostiene. Pero hay también otros elementos en este montaje que reafirman mi lectura asociada a los roles de género presentes en la obra de Kusama: varias latas para hornear llenas de las formas fálicas que expone junto a algunos utensilios de cocina pintados de un riguroso color plateado, sobre esta gran tarima blanca que bien podría ser un escenario donde Kusama nos cuenta una historia (o su ficción). Al fondo del muro blanco, casi a modo de un telón, se encuentra colgado un vestido corto de color rosa añejo y desgastado, invadido por las mismas figuras fálicas que, esta vez, son de color plateado al igual que los utensilios de cocina. Y en una esquina de la tarima, una caja plateada, pequeña y cerrada, a la que es imposible acceder y que pasa casi desapercibida.
 

Acumulaciones, detalle. Fotografía: Davixo Berimbá


 

Acumulaciones, detalle. Fotografía: Davixo Berimbá

 

Y en esta misma sala, está la obra que quizá sea una de las que más tensión genera en toda la exposición. De hecho, dada la ubicación especial que tiene y debido a la sobre-estimulación que provocan las otras obras al ingresar a la sala, hay que descubrirla. Pero para hacerlo, es importante recorrer la muestra con tiempo y dedicación, ya que una de las indicaciones al ingreso es, precisamente, no devolverse a ninguna sala. Como decía, considero que es una de las obras más críticas de la muestra ya que propone realizar un ejercicio de cuestionamientos, precisamente ante los roles de género y su repartición en el mapa económico. Aunque de paso, quizás también sean cuestionamientos asociados a su propia biografía.

En particular, me interesa proponer una lectura especial a esta obra y dedicaré algunas líneas a ello. Se titula One dollar (aunque el billete dice “one rollar”) y  consiste en un collage que representa un billete de dólar estadounidense, alterado en varias de sus partes (es cuestión de fijarse en los detalles y sus leyendas). La primera, y más evidente, es que la imagen central en la obra de Kusama corresponde a la de una mujer en lugar de la de George Washington. En Kusama, el sujeto elegido para ser incorporado en la versión del dólar, imita la postura, mirada y hasta el mismo tipo de peinado que el presidente estadounidense. Pero en el lugar donde debía estar el nombre de esta dama que aparece representada, como ocurre con Washington,  simplemente aparece la leyenda “Washing done”. Más que un juego fonético o de similitud quizás con su escritura, corresponde a una crítica inequívoca del sistema de los roles de género y su repartición y valoración dentro del sistema económico. Pero hay más, ya que si pensamos en el billete elegido para hacer (inteligentemente) esta comparación, vemos  que este tipo de tareas asociadas al mundo doméstico, no son en absoluto valoradas como debieran. Lo cual nos lleva a pensar e imaginar (otra vez) que las tarea asociadas a la economía del cuidado o del mantenimiento, ya sea doméstico e incluso dentro del mercado, son consideradas de bajo (o deliberadamente, escaso) valor económico, como este billete.

 

             

 One dollar, detalle.


 

 

Entornos como escenarios y espectadores como actores

Ya para cerrar esta reseña a la exposición de Kusama, me gustaría referirme a una experiencia que está presente en toda la muestra: el acto de fluir, en el sentido de dejarse llevar por la propuesta de esta artista y los distintos momentos que evoca. Un espacio en particular subraya esta idea: Sala de espejos del infinito- Llena del brillo de la vida, una obra que propone una experiencia estética más allá de las que comúnmente estamos habituados: a través del juego de espejos que crean laberintos y las pequeñas luces de colores que nos vuelven visibles e invisibles por momentos, nos recuerda el valor de la experiencia y de lo efímero. Debido al juego de luz, que cambia de manera constante, por instantes las formas y los cuerpos desaparecen. Sólo un mar infinito de luces de colores queda y los sujetos son parte del paisaje, fundiéndose visualmente con el entorno.

 

Sala espejos del infinito- Llena del brillo de la vida. Fotografía: Davixo Berimbá


 

Sala espejos del infinito- Llena del brillo de la vida. Fotografía: Alejandra Pino

 

Luego de esta experiencia, Kusama nos propone una situación completamente diferente al llegar al último espacio de la muestra, acondicionado como una vivienda pintada completamente blanca. Se titula Sala de Erradicación y bien podría recordar su espacio/vivienda dentro de la clínica. Y acaso por ello, hace un guiño a la tela en blanco y al vacío, al mismo tiempo que nos recuerda que cuando decidió recluirse voluntariamente en una clínica psiquiátrica, fue cuando volvió a pintar. En esta sala, pensada para ser intervenida por los/as visitantes, estos/as son invitados/as a tomar protagonismo a través de la acción. Al ingresar a ella, es entregado un set de pegatinas con círculos de colores fluorescentes de diferentes tamaños, con el fin de que sean dispuestas en la habitación y en los objetos: techo, muebles, lámparas, suelo, etc., todo vale, excepto según señala la encargada de la sala, pegarlos sobre el cuerpo. En este ejercicio de pegar las pegatinas en la sala y objetos, la autoría no tiene importancia, y no es sino un gesto empático con Kusama de intervenir un espacio. Y saturarlo, con cientos y cientos de círculos de colores llamativos, uno encima de otro, a veces formando interminables cadenas que no dejan lugar sin intervenir. Historia tras historia de distintos sujetos continúan sumándose en este espacio y se confunden unas con otras, quizás para resaltar la presencia física de quienes están allí en cada momento.


 

Sala de Erradicación. Detalle de un objeto de la sala. Fotografía: Davixo Berimbá

 

 Cuando tuve la oportunidad de ingresar a esta sala por primera vez, el día de su inauguración, el blanco estaba en todas partes. Al volver a ella un mes después, no quedaba espacio disponible donde poner una pegatina. La acumulación de historias de quienes han pasado por allí se hace notar. Y la obsesión de la cual Kusama nos hace parte, también.

 

Sala de Erradicación.



 

Bibliografía:

- GOODMAN, Jonathan, “Yayoi Kusama: Una delicada locura”, Frontera D. <http://www.fronterad.com/?q=yayoi-kusama-delicada-locura>

Traducción: Susana Lago Ballesteros

- HABER, Alicia, “Yayoi Kusama: innovación alucinada”. El País.

<http://arte.elpais.com.uy/yayoi-kusama-innovacion-alucinada/#.VRC7qvyG-Sp>. Revisado: 15 de abril de 2015.

- KUSAMA, Yayoi, Mirrored Years (Catálogo), Museum Boijmans Van Beuningen, Rotterdam

(The Netherlands): 23 August – 19 October 2008, Museum of Contemporary Art, Sydney (Australia): 25 February – 8 June 2009, City Gallery, Wellington (New Zealand): 4 September – 29 November 2009.

- PILLING, David, “The world according to Yayoi Kusama”, Financial Times Weekend Magazine. <http://www.ft.com/cms/s/2/52ab168a-4188-11e1-8c33- 0144feab49a.html#axzz1kDck8rzm>.  Revisado: 20 de abril de 2015.

- Imagen de  la obra “One Dollar”, extraída de: http://hyperallergic.com/54328/the-long-strange-art-and-life-of-yayoi-kusama/ . Revisado: 29 de abril de 2015

- Imagen de “Sala de Erradicación”, extraída de: http://www.revistadetalle.cl/gente-detalle/2015-03/yayoi Revisado: 29 de abril de 2015

 

 

Agradecimientos por las imágenes:

Davixo Berimbá, María Cristina Pino y Alejandra Pino.

 

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Acerca de la autora:

Marla Freire-Smith: Dra. en Historia y Teoría del Arte por la U. Autónoma de Madrid; Experta en Docencia Universitaria (U. Autónoma de Madrid); Máster en Historia del Arte Contemporáneo y Cultura Visual (U. Autónoma de Madrid y Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía); Máster en Escenografía  (U. Complutense de Madrid) y Lic. en Arte (U. de Playa Ancha, Chile). Líneas de investigación: arte contemporáneo y política, memoria, poder, estudios de género en el arte, feminismos y arte de acción. Su trabajo visual ha sido expuesto en diversos contextos y países. Más en: www.marlafreire.blogspot.com.


¿Cómo citar este texto?:

Freire-Smith, MarlaUna lectura a la obsesión infinita de Yayoi Kusama”. Revista de Arte Contemporáneo y Nuevas Tendencias Escáner Cultural. Nº 180, Mayo 2015. Santiago de Chile.ISSN 0719-4757. < http://revista.escaner.cl/node/7679.

Escáner Cultural nº: 
180

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