Escáner Cultural

REVISTA VIRTUAL DE ARTE CONTEMPORÁNEO Y NUEVAS TENDENCIAS

ISSN 0719-4757
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Realizar ...la Acción

realizar…la acción
Mujer, performance y cine
(serie de 14 artículos)

Alberto Caballero

Las tres variables que definen y limitan esta nueva serie de artículos tienen varias lecturas. Una, mujer: performance y cine. Otra, performance: mujer y cine. Otra, cine: mujer y performance.  El cine es el registro, entre otros como la fotografía, el video, el dvd, el libro de artista, de algún modo la poesía visual, o incluso el arte de participación o acción en la calle. Mi investigación empieza cuando hay una película, o una serie de películas, que muestran algo de la triada. La performance es el modo de la acción, es el modo en que se presenta, dejo fuera, no quiere decir menos importante (para el cine y para la mujer), el teatro, donde tiene como primacía  la palabra, el texto; y por otro lado la danza, donde tiene como primacía la coreografía y el escenario. Lo común en el teatro y la danza es el escenario, grandes nombres han intentado sacarlos del escenario a la calle, incluso podemos decir que hay festivales internaciones que tienen como nombre ‘el teatro a la calle’, pero podemos llegar a decir que teatro y escenario han nacido al mismo tiempo, que representan lo mismo. La performance es un modo de la acción más acá del texto y del escenario, cuando la acción contempla la palabra y el escenario deja de ser performance, es otra cosa: danza, teatro, circo, mimo, etc. La mujer es el objeto de esta serie, digo objeto porque no siempre es artista, quiere decir sujeto, es tomada como objeto para la performance y registrada por el cine. Pueden usar la escultura, la literatura, la música como su modo de realización, pero la condición sine ecuanom es que el cine la haya tomado como objeto. Veremos al final de la serie, ahora como artista, realizadora, toma la performance como su modo de acción (no digo como su modo de decir) y al cine como su registro, realiza el film de modo performático como hizo antes con la literatura o la escultura.

Pienso que la pregunta que se mantiene relevante es si la performance es inherente a la mujer, a la condición femenina, como lo ha sido la palabra, en la historia de la cultura, para los hombres, o como la representación, el hombre está representado (todo) por el
Phalo, y la mujer (el cuerpo) esta  + o – representada por el Phalo, que es lo mismo que decir no-toda representada. La condición toda o no-toda muestra un resto, algo que no ha pasado a la palabra, algo que no ha pasado a la imagen: la acción. La acción no es un resto de operaciones que se han realizado, la acción es algo que queda de operaciones  realizadas, o algo de las operaciones que no han podido realizarse.

O sea, estamos diciendo que la mujer, como construcción  está  constituida por operaciones no-todas realizadas, está en permanente realización, o mejor aún no se realiza totalmente. Así como el hombre está constituido por su nombre (en tanto propio) por su obra (en tanto realización propia) como padre (en tanto trasmisión), la mujer  debe revisar esto permanentemente,  no hay nombre que la nombre plenamente (hija, madre, señora, abuela, amante, etc.) no hay realización toda (Einstein), la madre es la encarnación de ese resto de operaciones no realizadas, que aunque insista no se realizan,  y si en algo se realizan se realizan como goce, la tendencia no es a la ley, en tanto normalización, la tendencia a un goce que insiste una y otra vez.

Esto lo veremos cada vez en las películas, las artistas donde muestran una parte en tanto realización normalizada, dentro de la norma, y como por otra parte esa resistencia a entrar en la norma las lleva a la realización de una obra singular, que no concluye en si misma, que siempre queda algo por hacer, el ejemplo más claro es  Camille Claudel entre su hermano el escritor Paul Claudel y su amante Rodin.  De allí nos permite pensar que grandes del arte como Leonardo, Bacon o Artaud en esta predisposición a una obra no-acabada no implica en algún modo una posición femenina ante la obra. Pero ello implicaría otro trabajo y otro tiempo.

Índice de la serie
De la Una a la multiple
Las mujeres a la performance I

Antecedentes de la performance en el cine
Hildegard Von Bingen*
Las mujeres a la performance II 

Las damas en la corte: El amor cortés
Las mujeres a la performance III 

 El arte más allá del Otro, el amor romántico
Las mujeres a la performance IV           

De la imagen y del amor en tanto perdido
De la mujer a la perfomance V
Un nombre apropiado, un hombre inapropiado
Camille Claudel
De la mujer a la perfomance VI 
La mujer y el saber hacer a la letra.
La construcción de un nombre propio y su anudamiento social.
Guggenheim/Chanel/Salomé
De la mujer a la perfomance VII    
Morir como obra de arte
Virginia Woolf
De la mujer a la perfomance VIII
Sobre las palabras: Iris Murdoch
Las mujeres a la performance IX
Sobre el sonido: Jacqueline du Pré
Las mujeres a la performance X      
Del cuerpo y el lugar, de la extracción a la instalación
LouiseBourgeois
Las mujeres a la performance XI   
Del objeto y su fragmentación
India Song texto teatro film de Margarite Duras
Las mujeres a la performance XII   
Del pasaje al pa(i)saje,
el cine del exilio de Chantal Akerman
Las mujeres a la performance XIII
De la marca al nombre
Ana Mendieta/ Yoko Onio
Las mujeres a la performance XIV
De la palabra a la acción
Annah Harendt*/ Isabelle Hupert

Conclusiones

*ambas películas dirigidas por Margarethe Von Trotta

De la mujer a la perfomance IX
Sobre el sonido: Jacqueline du Pré

primera parte
Las relaciones de objeto

Ella como objeto para el Otro, el objeto que le extrae al Otro, ella como portadora de ese objeto.
El estrago materno, la madre como competidora, ocupar el lugar de la madre.
El objeto y su doble, el moi y el surmoi, el otro como doble en la música.
El amor al padre, el amor a la música y el amor a un hombre.

Como consecuencia se produce el fenómeno: como ‘el otro’, más allá en la música, retorna más acá en  la psicosomática.

Parecen ser los objetivos de una investigación: la relación de la mujer con el objeto auditivo, la voz, en particular en la música, como tal imposible de abarcar en una nota, solo daré algunas pinceladas, si estamos en la música algunos compases, algún fraseo, estaría bien tenerlo en cuenta.

Retomo estos parágrafos del artículo anterior: De la mujer a la performance VIII

“Si el síntoma es una solución del sujeto a hacer con este fallo... lenguaje/cuerpo, en tanto implica lo simbólico pero también lo imaginario, en este borde entre el sujeto y el cuerpo, por un lado la tartamudez, y por otro un tortícolis, por ejemplo, el síntoma es una manera de garantizar este anudamiento entre registros. El fenómeno no garantiza dicho anudamiento, lo simbólico no está operando, y lo imaginario es frágil, lo real invade: el sujeto se desata del lenguaje y la imagen se fragmenta.

¿Qué es el objeto? El objeto es una manera de hacer con el lenguaje, pero también con el cuerpo, en tanto lo atraviesa, procediendo del cuerpo va más allá del cuerpo, por ejemplo: la mirada y la voz. Objetos, extra cuerpo, que el sujeto utiliza para hacer con el lenguaje, incluso para hacer con el cuerpo, en el caso del canto, de la danza, entre otras maneras de hacer. De allí que no podemos hacer con el lenguaje ni con el cuerpo directamente, si no es a través de este objeto, de esta herramienta.

El sujeto por un lado va a producir operaciones fundamentales para su estructura, como son el narcisismo, su imagen ante el yo y ante el Otro, el fantasma, en tanto pantalla, pero también el síntoma, una manera de operar con el Otro, ha llegado a transformar al otro en síntoma, en su síntoma. Reducir al Otro a su síntoma. Pero cuando algo falla, cuando esto no se puede producir, surge el fenómeno, el objeto no se desprende del cuerpo queda fijado de manera particular, y por lo tanto no opera bien con la pantalla, narcisista y/o fantasmática. El cuerpo, este cuerpo particularizado por este fenómeno, cobra importancia vital para el sujeto, no solo pone en peligro su imagen, su hacer, si no muchas veces la vida misma.”

Retomo unas notas, desde otro contexto, sobre esta cuestión del fenómeno:

La construcción del agujero, segunda parte
La invención de lo salvaje (L’Autre)
Artículo que escribí para
Escáner Cultural de mayo del 2012
www.escaner.cl 

al respecto de la exposición:
‘La invención de lo salvaje. Zoos Humanos’
Musée du Quai Branly
Paris, Francia
29 de noviembre al 3 Junio del  2012
General Curator Lilian Thuram
Scientific curators : Pascal Blanchard, Nanette Jacomijn Snoep

Más acá del lenguaje:

“ZOO HUMANOS, La invención de lo salvaje descubre la historia de mujeres, hombres y niños traídos de África, Asia, Oceanía y América para ser expuesta en el mundo occidental en números de circo, teatro o representaciones de cabaret, ferias, los zoo, desfiles, reconstruyeron pueblos y colonias en ferias internacionales, dedicadas exprofeso.

“La exposición explora las líneas finas entre individuos exóticos y monstruos, ciencia y voyerismo, exhibicionismo y espectáculo. Mientras las exposiciones gradualmente desaparecen en los años 30, ello ha tenido ya para entonces su efecto, de poner un límite entre lo expuesto y los espectadores. Que es una petición de principio: ¿todavía permanece aquella línea hoy?

Zoos humanos, la invención de lo salvaje’ intenta dar un nuevo nombre a hombres, mujeres y niños utilizados como extras, fenómenos de circo, actores y bailarines, al contar su diversidad y las historias olvidadas.”

“Otra cuestión fundamental es ‘el dominio del lenguaje’, lo humano en tanto poseedor del lenguaje. Los dioses se comunicaban con algunos humanos: las pitonisas, y los héroes. Por un lado Delfos (Hermes) y por otro los héroes como Aquiles, que tenían este poder del dominio del lenguaje para traducir los mensajes de los dioses. Los dioses estaban más allá del lenguaje, L’Autre. El lenguaje no abarca totalmente al Otro. De allí que estos ‘seres’ particulares, entre lo animal y lo humano o entre lo humano y los dioses tengan este poder de atracción y este misterio tan particular. Lo humano se define entre ‘este más acá y este más allá’. Entre el Otro y el otro (Del Otro al otro. Seminario XVI. 1969 Jacques Lacan. Editorial Paidos) Es Jacques Lacan y el estructuralismo francés con Levy Satrauss a la cabeza que han construido un pensamiento lógico entre el Otro y el otro, por consiguiente a un sujeto que piensa, que habla y que hace entre ‘un Otro y un otro’.

Con estos datos quiero señalar ‘el lugar’ que ocupaba ‘más acá de lo humano’, excluido en guetos, en forma de exhibición, circos o zoos. Como exhibición de un cuerpo/imagen que no estaba bajo el dominio del ‘lenguaje’, que no hablaba como los humanos. Pienso que parte de la imagen (de lo imaginario humano) está bajo el dominio del lenguaje y que otra parte no pertenece al dominio del lenguaje. Y aquí voy a rescatar un concepto que creo clave en estas cuestiones, el concepto de ‘fenómeno’. Lo que nos lleva a preguntarnos ¿Qué es un fenómeno? A diferencia del síntoma, que es la parte de la imagen que cae bajo el dominio del lenguaje, de lo simbólico, el fenómeno no. Todo cae bajo el dominio del lenguaje, tal es así que podemos hablar de síntoma en el lenguaje (la errata, el lapsus, el equívoco, el chiste inclusive), y de fenómeno cuando el sonido, no todo se transforma en palabra, por ejemplo la tartamudez, no todo el sonido se traduce en palabras. Podríamos extenderlo a esta etapa infantil previa a la palabra, sonidos que los padres no reconocen como habla, a ‘otros’ idiomas que no reconocemos como familiares o cercanos, o también a algo extraordinario. Por ejemplo Mozart era considerado un fenómeno, un niño que componía sonatas a los cinco años.  De nuevo nos encontramos con ‘mas acá de lo humano, más allá de lo humano’, Mozart tenía la capacidad de escuchar a Dios (eso decían), trasmitía la palabra de Dios.”


Segunda parte
El objeto y el organismo

Si el significante ‘no barra todo’ al organismo, no lo hace todo cuerpo, ya que hay una parte que se revela ante esta operación simbólica, no todo el cuerpo se ha simbolizado. Lo mismo sucede con la imagen -el objeto- la imagen no vela todo el organismo, no se ve todo cuerpo, hay una parte que se mantiene organismo, que se resiste a esta operación imaginaria. Y es allí que el fenómeno va a ser un producto de este resto, no significable no imaginarizable, el fenómeno se realiza en el cuerpo. Si en algún momento va más allá del cuerpo, por ejemplo en la música, como fenómeno musical, retorna al cuerpo, se hace somático. Voy a tomar como ejemplo (por su posición ejemplar) el caso de Jacqueline du Pré por qué permitiría trabajar los distintos puntos que señalo al principio de estas notas.

Más allá del lenguaje
Jacqueline du Pré

Ella como objeto para el Otro, el objeto que le extrae al Otro, ella como portadora de ese objeto.

Esto es muy claro en el caso de J du Pré, es muy claro en la película, ella y la hermana son objetos de la madre, que era música, profesora de música, sus hijas sus mejores alumnas, conocía el ambiente musical de Londres de la época. La anécdota de la radio señala claramente esta elección de objeto, le señala a la madre que ella quiere tocar el celo, pero es ella la portadora, es tocada, sufre como ‘un celo’, en sus cuerdas suena, en sus cuerdas sufre.

El estrago materno, la madre como competidora, ocupar el lugar de la madre.

El deseo materno se transforma en ‘el moi’ de Jacqueline, es en una dirección que no tiene retorno, dedica su vida a ella, hace todo por ello, y ‘el moi’ se transforma en ‘un surmoi’, en un superyo que la estraga, en tanto ‘más allá’ se hace ‘más acá’, con un retorno al cuerpo que no tiene solución, son las cuerdas de su sistema nervioso que ya no le responderán, el cuerpo imaginario, frágil ya, se fragmenta y permite atravesar el espejo, el cuerpo se consume como organismo y queda reducido a un resto insoportable.

El objeto y su doble, el moi y el surmoi, el otro como doble en la música.

Como en otros casos celebres en la historia de la música, aquí también lo encontramos (Nannerl, la hermana de Mozart), entre ella y su hermana Hilary, flautista, por un lado una simbiosis importante, juegan juntas, estudian música juntas, por otro lado es otro a competir, ella tiene que triunfar por encima de su hermana, incluso tiene que tener relaciones con el marido de su hermana, que también era músico. De allí que planteo como hipótesis que el objeto hace de doble en la música, o que la música es el doble del objeto, el yo y su doble. Ocupa de tal manera al yo, que lo ocupa totalmente, que todo tiene que estar relacionado con la música (Clara y Robert Shumann, Alma y Gustav Mahaler, Cosima y Wagner). Para Jacques Lacan ‘la voz’ es un objeto superyoico, que va a ocupar todo al sujeto.

El amor al padre, el amor a la música y el amor a un hombre.

El tema del amor al padre, para una mujer, es un tema fundamental, en muchos casos para salvarse del estrago materno, de estar atrapada por este superyó materno, queda constreñida a este ‘apego’ amoroso con el padre. Que en muchos de los casos es un retorno al estrago materno, ya que no la lleva más allá del ‘edipo’, o sea al amor a un hombre. En el caso que en algo sea posible debe estar bajo el entorno del padre, en el caso que nos ocupa, la mujer y la música, en un entorno musical. En el caso de J du Pré el padre no cumple un papel importante, por lo menos en la película, es una sombra de la madre, es la madre que ocupa todo el mundo de las hijas, son una extensión de la madre. La música como objeto, hace a las hijas objetos de la madre, tienen que llegar donde no llegó la madre.

Ante el embiste de Jacqueline, Hilary se casa de sorpresa con un director de orquesta poco relevante, poco a poco reduce su vida a una vida familiar y casera, incluso se retiran a una granja en el campo, es su manera de salir del ‘proyecto materno’. Jacqueline si cumple con los objetivos de la madre, conoce por sorpresa a una joven gran promesa de la música, concertista, como ella. Comparten el amor a la música, si no hay ‘relación sexual que sea plena’, aquí parece que la música la realice. Son partenaire en la cama y en la sala de conciertos, el mundo los aclama. El amor se ha transformado en pasión por la música. Este punto es muy delicado de tratar, necesitaría mejor desarrollo, pero insisto, no es el lugar y el momento. Intentaré dejar algunos apuntes.

Primer apunte: En la película cuando se conocen, algo cambia en Jacqueline, se trata de un empuje, su relación con el amor se vuelve no solo apasionada sino atrapante. ¿Habría lo que se denomina empuje a La Mujer? Se siente ella plena, completa entre la música y el amor a un músico: son la pareja perfecta, íntima y públicamente. ¿Se trata de haber conseguido ‘el ideal’? La pareja ideal con un hombre músico y con la música, eso se convierte en un Yo Ideal, del cuál no hay salida. No olvidemos el ideal como mas allá de la madre, pero sin desprenderse de la madre.

Segundo apunte: J du Pré se convierte al judaísmo. Para casarse por la iglesia judía. ¿Qué la lleva a renunciar a sus creencias religiosas? De que conversión se trata. Sabemos la dualidad de ‘converso’ en el caso del judaísmo y de ‘conversión’, como síntoma para Sigmund Freud, como síntoma histérico. ¿Qué lugar ocupa esta ‘conversión’ religiosa en la dificultad de una formación sintomática? ¿Esto ha significado un empuje al fenómeno psicosomático?

Tercer apunte: De allí que J du Pré siente la necesidad de refugiarse en la solución edípica (familiar) de su hermana, en ‘una vida normal’ en el campo, con sus hijos, con su marido. Formar parte de una familia normal. Tener relaciones sexuales con el marido de su hermana. Ante el desequilibrio ‘del ideal’, la pérdida del amor ideal, sucede la caída irremediable: el fenómeno.

El fenómeno: como ‘el otro’, más allá en la música, retorna más acá en  la psicosomática.

Más atrás he desarrollado algunos parágrafos alrededor del concepto de fenómeno, me sigue pareciendo revelador estas tres designaciones: fenómeno en tanto algo de lo salvaje, fenómeno en tanto prodigio para la música, y fenómeno en tanto psicosomático.

Me parece una triada fundamental para investigar, ya que sucede sólo en la música, no en las artes visuales, ni en el teatro/la interpretación, ni en la ciencia…etc. Sólo en la música. De allí que subrayo nuevamente este ‘más allá’ del lenguaje, la música como el sonido de lo divino, y este ‘más acá’ del lenguaje como un retorno a lo orgánico, en tanto somático. Sería atravesar el lenguaje en doble dirección, es comentario popular que los músicos son longevos, este atravesar el cuerpo por el lenguaje, la música, les ofrece una salud inquebrantable, pero también se puede producir, como en este caso, un retorno a lo orgánico, un descalabro del cuerpo, la mancha va a ocupar el lugar (de la nota) del sonido. Surge el ruido.

Alberto Caballero, Barcelona, segunda escritura,  mayo de 2014

*pdf películas.
**pdf Mujeres creadoras. Guía didática.

Escáner Cultural nº: 
169

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